Armar una idea, plantar un desafío, tener un fanzine

Pequeños tesoros. Prácticamente hijos. Sistemas de expresión libre sin ataduras, lugares propios en los que poder contar lo que uno piensa tal y cómo lo piensa. Los fanzines impactaron fuerte en el mundo de la autogestión y llegaron para quedarse.

Pero, ¿qué es un fanzine? Surgidos como una forma de compartir ideas, pensamientos y sentimientos personales con el resto del mundo, desde la plena libertad de sus autores que no quieren o pueden acceder a los canales y medios de comunicación formales, los fanzines representan una oda a la libertad. Este tipo de publicaciones autogestionadas suponen por sí mismas una reivindicación de la autonomía y pueden ser de cualquier tipo, tan variados como variaciones de artistas hay: cómics, ciencia ficción, poesía, ilustración, cuentos, todo puede ser un fanzine si se cuenta con la suficiente motivación.

Propiciadores de puentes e intercambio entre artistas, los fanzines no tienen muchos recursos y son de bajo costo, rondan entre los 50 y 300 pesos. Cuentan con pocas páginas, no superan las 32 o 40 pero a veces basta con un folio doblado en cuatro para llamarlo fanzine. Las tiradas son cortas, muchas veces numeradas para dar cuenta de su carácter efímero, artesanal y, en cierta manera, exclusivo.

La filosofía “Do-It-Yourself” es uno de los pilares inmutables del ADN de los fanzines desde su aparición como herramienta de expresión. El “Hazlo-Tú-Mismo”, el alejarse por decisión de las publicaciones de los grandes sistemas de medios y editoriales es en sí un acto de rebeldía, un posicionamiento frente al consumismo avasallador y de nulo poder crítico.

De carácter personal o colectivo, este tipo de publicaciones, permite el encuentro entre artistas, la llegada a otras personas con los mismos intereses y una identificación comunal. Fanzinear es un juego para experimentar con la creatividad que surge del ser, creatividad que debe ser liberada sin importar cómo ni porqué, un modo de contar cosas de forma diferente. Más allá de la mera visibilización o comercialización del arte producido, su esencia es la de mancomunar, reunir bajo una misma visión del mundo a personas, por más diferentes que estas sean.

¿Querés hacer tu propio fanzine?

AHNIMAL, FANZINE COLECTIVO Y BIEN INCLUSIVO

Los chicos de AHNIMAL se conocieron en la facultad de Diseño Gráfico. Algunos ya se recibieron y otros pelean el camino. Son, antes que nada, amigos. Entre teres, trabajos prácticos y mucho tiempo juntos, conformaron un colectivo de ilustradores de los más diversos estilos que editan sus trabajos de ilustración en formato fanzine. Los integrantes son Ierko Radovancic, Mau Lencinas, Leandro García Puppo, Manuela Mariscotti, Sebastián Gallego, Willy Gallego, Alejandro Joaquín Vallejos, Luisito Rodríguez, Nico Lacour y Matías Ávalos.

Su lanzamiento oficial fue en el 2017 en el Recreo Cultural, un espacio cultural de la Facultad de Diseño y Arquitectura en la que, edición tras edición, conviven música, dj’s, ilustradores, feriantes, performers. A partir de esa primera visibilización, la marea empezó y recibieron invitaciones a eventos de todo el país. Fueron al Espacio Moebius y al Festival Ria en Buenos Aires, al Encuentro Nacional de Historietas y a la novena edición de la Crack Bang Boom en Rosario y al Mercado de Arte en Córdoba.

A nivel local diseñaron para el Tereré Fest, se presentaron en el Fogón de los Arrieros, la Misión Cultural, La Pépinière, el Patio Cultural y en la Feria Nómade. Tuvieron su primer exposición colectiva “formal” en la Sala del Sol del Centro Cultural Universitario.

Mariana Escarlón