Arte yōkai explosivo
- RevistaPandora
- 14 nov 2018
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 20 nov 2018
Folklore japonés, demonios Yokai, máscaras y estilo urbano. Las ilustraciones de Mau Lencinas, de 27 años, bien pueden confundirse con las de algún artista asiático, pero es argentino, y vive en Resistencia.

Quizás Mau Lencinas pueda verse como un claro ejemplo de la globalización: un niño de Corrientes fascinado con mangas y animes que ve por televisión, se convierte en un artista influenciado por esta cultura nipona y su trabajo llega con más fuerza al otro lado del mundo gracias a Instagram.
Si bien se dedica a la ilustración y el diseño hace 7 años, Mau nos recuerda que todos fuimos dibujantes alguna vez: “empezamos a dibujar desde muy temprano, el lápiz es uno de los primeros contactos que de alguna manera tenemos con un medio expresivo, en el cual podemos explorar el infinito de nuestro imaginario”. Y fue en su niñez que tuvo los primeros contactos con la cultura japonesa que marcaría su impronta, enraizado frente a la televisión por horas y horas conoció el mundo de los dibujos animados japoneses -más conocidos como animé- como Dragon Ball, Pokemón o Digimon.
Ahora se inspira en trabajos más adultos, principalmente en el creador de Akira, Katsuhiro Otomo y Jamie Hewlett, miembro y creador de la banda Gorillaz, pero al tiempo que reconoce claramente sus influencias afirma que le es complejo definir su estilo: “es como una fórmula, o una receta que solamente uno conoce, un poco de esto y aquello, es una sumatoria de inspiraciones y referencias que están en constante movimiento. Leí que el estilo es aquello en donde uno más conforme se siente con lo que hace”.
Esta mixtura juega como impronta clara en sus ilustraciones: toma nociones y piezas del siglo XVII del Japón imperial (el periodo Edo, específicamente) como el uso de katanas y las máscaras del teatro Noh, “como la Hannya, que más allá de su aspecto, en realidad trata de representar las complejidades de las emociones humanas”; y los combina con de la cultura pop y la moda urbana, tomando como símbolos el hip hop, bmx, celulares, marcas, armas y gorras.

El resultado es evidente: recorrer su perfil de Instagram es como introducirse en un anime donde adolescentes asiáticos, vestidos por Adidas, luchan con katanas y máscaras contra todo tipo de criaturas del imaginario nipón -como los yōkais-, gangsters o ante los propios demonios internos. Esta fusión de elementos crean un ambiente retro-futurista algo distópico y caótico: “siempre está la mixtura entre pasado y presente en mis obras”.
Las redes sociales son sus principales plataformas de difusión y comunicación, usadas a su vez como una especie de portfolio. “Es algo que abrió muchos caminos a todos los diseñadores, artistas, ilustradores, me incluyo”, cuenta. Fue por Instagram que el trabajo de Mau pudo llegar a todo el mundo y, sobre todo, interesar a grandes marcas competidoras mundiales como Adidas y Glitch, una empresa Indonesia que se dedica a la fabricación de figuras de colección.
Con Adidas se podría decir que en cierto modo la búsqueda fue del artista a la marca, ya que la aparición del logo de las tres bandas era recurrente en sus dibujos: “siempre he querido realizar al menos una ilustración oficial para Adidas, es una marca que admiro y con la cual me siento identificado. Siempre uso el logo, o alguna zapatilla en mis ilustraciones, simplemente me gusta dibujarlas, y de allí fue que me escribieron”. La empresa se interesó en su trabajo y lo contactaron a través de Instagram enviándole referencias de su propio trabajo y ofreciendo un contrato para el diseño exclusivo de camisetas de fútbol.

El trabajo con Glitch, que continúa en la actualidad, consiste en el diseño de las figuras, muñequitos dirían aquellos poco relacionados con el circuito. Esto le dio la posibilidad de viajar a distintos países de Asia por un par de meses. La experiencia de estar en persona en el lugar que tanto recorrió en su cabeza “fue todo inspiración a cada momento. Estar ahí y presenciar tanto la cultura como el entorno no tiene palabra, era algo que siempre quise hacerlo, ir y conocer lo que siempre me atrapó y cautivó mi mente. Es un mundo y una cultura totalmente diferente y llena de elementos visuales y representativos”.
La enorme calidad de sus ilustraciones surge de la búsqueda del artista por innovar, tratar de subir un poco más la vara. A Mau no le gusta estancarse, siempre quiere estar en movimiento: salir con algo nuevo y fresco. “Para construir lo que se llama talento hay que salirse de la zona de confort”. Esta exploración constante y la preocupación por la perfección de sus productos está presente en todos sus trabajos, incluso en el desarrollo de su propia marca, estancada ahora por esta misma obsesión que lo mueve constantemente, la necesidad de ofrecer un producto de calidad, algo que no sea común o general, sino que sea una expresión de su genuinidad y su esencia única. Entonces, Mau se plantea como desafío “la paciencia con uno mismo, y estar dispuesto siempre a aceptar el error como experiencia, y a aprender, el tiempo es un factor importante”.
Sin embargo, el arte y la creatividad no valen de nada sin la dedicación y el trabajo diario: “más allá de poder tener un estilo personal, si no me sentara a hacerlo todos los días, de nada serviría tener un estilo. No hay una receta ni un camino correcto, lo único seguro es que el tiempo que emplees en ello tendrá sus frutos. Es apuntar a algo y trabajar para lograrlo, por más lado "artístico" que tenga, no deja de ser un trabajo, y todo trabajo tiene sus responsabilidades y obligaciones”. Esta dedicación se refleja por ejemplo en el trabajo con Adidas, donde la ilustración final es el resultado de varias horas y días de trabajo.
Explosivo, talentoso y con una idea muy clara de lo que quiere hacer con su trazo, Mau Lencinas nos ofrece arte nipona-urbana-demoníaca para rato.
Santiago Durand
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